Durante los últimos 20 años la tecnología de manufactura aditiva ha progresado desde su uso en prototipado rápido hasta llegar a ser una solución de manufactura completa, a la que se le conoce como “manufactura digital directa” (o manufactura rápida).
Cada vez más, las empresas la están utilizando en las aplicaciones de manufactura, y los casos de éxito continuos prueban que es una alternativa viable. Mientras el concepto general de manufactura aditiva es el mismo de hace 20 años, el cambio radica en su utilización prevista: la producción, no solamente el prototipado.
Independientemente de la tecnología que escoja, la manufactura digital ofrece poderosas ventajas sobre los métodos de manufactura tradicionales.
Las más citadas son:
• Acelerar el ciclo de diseño y el tiempo de lanzamiento.
• Ampliación de las posibilidades de diseño.
• Rediseños más rápidos y menos costosos.
• Piezas personalizadas y producción de bajo volumen.
En conjunto, esto se traducen en eficiencia, flexibilidad, capacidad de respuesta y bajos costos.
Además este tipo de proceso genera muy poco desperdicio al compararlos con procesos de fresado, ya que usan solamente el material necesario.
Diversidad de Aplicaciones
En el entorno de fabricación, la manufactura digital suele desempeñar una de dos funciones: las empresas pueden utilizar el proceso para manufacturar los productos que venden o pueden aprovecharla para construir los dispositivos que ayudan en la manufactura de los productos.
La manufactura digital es más adecuada para la fabricación de bajo volumen. Sin embargo, incluso las empresas que se centran en la producción en masa pueden utilizar la manufactura digital para ahorrar tiempo y costos: cada fabricante tiene necesidades de bajo volumen, como herramientas manuales, medidores, plantillas y fijaciones.
La manufactura digital elimina la producción de moldes, el mecanizado, el vaciado y la formación.
En vez de remover o esculpir el material, los artículos finalizados de una empresa se producen adicionando material capa por capa. Con tan solo algunos minutos de preprocesamiento para preparar un ciclo de producción y un posprocesamiento ligero para pulir una pieza, la manufactura digital avanza directamente de los datos CAD a la pieza final. La eliminación de operaciones previas y posteriores comunes a los métodos tradicionales significa ahorros en tiempos, costos y trabajos innecesarios.